Dos
elementos que sin una dosis de madurez, dominio e individualismo
puede caer en la dependencia de uno con otro o de ambos.
La
dependencia de ambos elementos puede conducir a una relación
inestable si no se toman ciertas precauciones. Pese a todo existen
muy buenas posibilidades de que esta pareja funcione muy bien y
de que triunfe ante todas las adversidades apoyándose mútuamente.
En
las relaciones sexuales son dos elementos muy compatibles ya que
a ambos les gusta probar cosas nuevas y disfrutar de diferentes
aspectos de la sexualidad sin tabúes ni complejos. Tienden
hacia la búsqueda de nuevas experiencias y aventuras lo cual
puede acarrear algún problema de infidelidad, sobretodo por
la parte de los signos de Fuego.
La
búsqueda de la novedad por parte del Fuego puede encontrar
en el ingenio o alegría de los signos de Aire un buen motivo
para el entretenimiento o la admiración. En algunas ocasiones
puede descubrir cosas nuevas y excitantes en su pareja y en otras
puede sentir que los signos de Aire son poco activos o que no se
determinan a poner en práctica algunas de sus ideas o proyectos,
lo que puede poner muy nervioso a los de Fuego.
Además
el Aire puede encontrar en el Fuego esa tendencia hacia la aventura
y la capacidad de movimiento y de acción, que puede resultarle
muy atractiva y que puede ayudarle a lanzarse hacia la consecución
de sus metas, una vez planificadas.
Desde
luego al Fuego le puede resultar muy conveniente tener una pareja
al lado, de signos de Aire, porque este elemento puede ayudarle
a perfeccionarse, a mejorar en todos los aspectos de su vida y a
dirigir sus impulsos hacia algo concreto, culto o intelectual.
Una
pareja que puede resultar, a priori, muy adecuada y feliz.
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